ADOPTÓ UN PERRO HERMOSO, PERO TERMINÓ VIVIENDO UNA PESADILLA
POCAS CONDICIONES
Los padres de Lilian Richards, Gil y Alice, no le negaron un perro porque simplemente no querían tener un perro. En ese momento, la situación en la que se encontraba insertada la familia de Lilian no les permitía tener un perro. Gil y Alice trabajaban todo el día y no podían quedarse en casa para cuidar al perro, y Lilian era una niña pequeña que no podía asumir la responsabilidad. Además de todo esto, a su abuela, que la cuidaba mientras sus padres trabajaban, no le gustaban los perros.
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